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Críticas

"VICTORIA Mandly (Málaga, 1944) lo tenía todo para ser inglesa y no ser de ahora. Con ese nombre, bien podría haber vivido, y bien, bajo el imperio de su Graciosa Majestad la tocaya reina Victoria, y así su pintura (qué eclosión de mujeres pintoras se experimentó en la Inglaterra victoriana, además) habría sido como la hemos conocido hasta ahora. Vaporosos y amables paisajes, vistos a veces a través de bruma, senderos tenues entre arboledas mansas, sacudidas por leves vientos que bajaban ya domados desde las cumbres tal vez borrascosas. Algo así como una mezcla, por buscarle alguna genealogía, entre Corot y Constable. Así era Victoria Mandly, así fue. Pero ya no lo es. Y este cambio es, para quien esto escribe, motivo de alegría.

Porque Victoria se ha aburrido de los paisajes de la Inglaterra y la Escocia que tanto conoce, ha descubierto que cada árbol es una versión inestable del árbol primigenio y platónico, edénico, y, lo que es más importante, se ha dado cuenta de que sus árboles le impedían ver el bosque o viceversa, y que había algo que se interponía y dificultaba el disfrute compartido que la buena pintura conlleva. Y así, haciendo entusiasta ejercicio de su libertad, ha decidido talar eso que no sé si eran chopos o álamos, y que además no importa, y arrancar desde otros postulados. Ha hecho falta arrasar el bosque para encontrar el jardín. Es curioso, pero es así. Quien conozca la pintura anterior de Victoria no podrá sospechar que la autora es la misma que la de ahora. Y lo es, y es ahora mejor artista. Muchísimo mejor. Se ha despojado de anécdotas, de excusas, de pretextos. De temas. Y ha apostado por una abstracción valiente e indefinida, lo suficientemente ambigua para ser sugerente, para transmitir algo, para recordarnos algo con la necesaria medida de incertidumbre para mantener el misterio, para mantener la poesía y la belleza.

De aquellas florestas, Victoria conserva hojas, conserva piedras, conserva las tonalidades del suelo o del agua, del atardecer o de la tormenta, del aguacero. Ha decidido mirar de cerca no los objetos, sino la propia materia. La exposición individual en la Sociedad Económica en 2001 ya mostraba ese viraje necesario y valiente, ese rechazo de la naturaleza y al mismo tiempo su entrega definitiva a la misma. Porque Victoria Mandly lo que ha hecho es renunciar a las siempre fugaces y mutables representaciones del paisaje que, pese a todo, siempre nos sobrevive. Y a cambio centrarse en lo que constituye los elementos esenciales de lo que antes eran amenos y agradables panoramas. Del paisajismo podemos decir que ha pasado a la geología. Ya no son los árboles, sino sus cortezas vistas desde muy cerca, ya no los senderos sino la tierra que los constituye, ya no la neblina, sino el agua que cae o fluye en un fondo submarino. Hay aquí un regreso al mundo, a lo primordial, a lo verdadero y lo vivo que no quiere distraer nuestra vista, sino sumergirla, sin darnos tiempo a contener el aliento, en ese instante primero de la creación. Victoria llama a ese cambio su "efecto 2000", refiriéndose al momento en que la materia decidió desprenderse de sus paisajes. El efecto Mandly podemos llamar a esa sensación poderosa, casi cósmica, de vibración intensa de los colores, de efervescencia plena y entusiasta que ella atrapa, y con la que nos atrapa a nosotros al mismo tiempo. Es valiente Victoria, que ha sabido cambiar de estilo, abandonar la representación, dejar de seguir un camino, para arriesgarse a la incomprensión. La abstracción, por muy matizada que sea, siempre propiciará más problemas y discusiones que la más simple de las figuraciones. Consciente de ello, Victoria ha dado el paso. Y nos ha descubierto, fuego, viento, tierra y agua, que bajo el bosque se esconde, salvaje y libre, el jardín."

Mario Virgilio Montañez
Escritor y periodista
Diario Sur
Septiembre 2005

"... Su pintura ha ido evolucionando desde planteamientos figurativos hacia una semiabstracción de equilibrada composición, austero pero intenso cromatismo e inquietante belleza"

Mario Antolín Paz
Crítico de Arte
Diccionario de Pintores y Escultores del Siglo XX

El óleo sobre lienzo de Victoria Mandly, titulado "Cubierta Vegetal" es quizás de las 3 obras de este grupo, la más próxima a la abstracción, pues de no ser por el título tan explícito podríamos pensar que estamos ante una abstracción pura. Se trata de una cubierta de hojas en descomposición, pudiendo reconocer la forma de algunas hojas. Es por tanto una pintura muy sutil, muy equilibrada dentro de un formato totalmente cuadrado y con una gran gama de verdes, ocres y marrones que, evidentemente evocan a los colores de la naturaleza.

Inmaculada España Cordero
Licenciada en Historia del Arte

"Quiero felicitarte muy sinceramente por tu nueva obra y por la valentía con que la has afrontado, y animarte a seguir abriendo camino sobre el lienzo, explorando formas, buscando sentidos, y aportando al mundo, que tanto lo necesita, tu personal mensaje de luz y belleza".

Teresa Jiménez Vílchez
Directora del Instituto Andaluz de la Mujer
Misiva Octubre 2001

La obra de Victoria Mandly titulada "Suelo en Primavera" también es una pintura figurativa, que casi roza la abstracción, pues si no dispusiésemos del título, esta pieza bien podría pasar por ser una abstracción, ya que el color, protagonista junto con la naturaleza, va disponiendo las hojas del suelo a modo de manchas.

Inmaculada España
Licenciada en Historia del Arte

"Acerca de la Naturaleza y los sentimientos es el personal homenaje que la artista malagueña Victoria Mandly rinde a los colores del paisaje. Pero no es este un paisaje visto como panorama de cualquier lugar, ni tampoco la descripción de espacios precisos, sino ese otro ámbito que remite directamente a la esencia de sus elementos.

Más que representación, la obra de Victoria Mandly es sensación, más que retrato, impresión. Y como tal, íntima realidad abstracta de aquella otra realidad natural sobre la que se asienta. Atrapadas en los límites siempre escasos del lienzo, las manchas saltan, se amontonan, se expanden, se elevan y confunden en un juego interminable de luces y sombras, de huellas y acuosidades. Para despúes retornar al punto de partida, a ese núcleo del que nacen y van a morir en cada cuadro.

El color es, como en la naturaleza, el verdadero protagonista de ese ciclo vital, y con él, la luz del sol que transforma los colores, exaltando o amortiguando sus brillos y reflejos. Es precisamente la observación pausada de los sutiles cambios acaecidos en esas porciones de naturaleza, donde la artista encuentra motivos suficientes para evocar el aroma de las flores, la nutritiva humedad de los suelos del bosque, los juegos volátiles de las hojas de los árboles o la azul transparencia de los fondos marinos. Pequeños fragmentos de realidad convertidos en grandes obras de arte por la mano de una artista sensible a cuanto la vegetación en estado puro puede ofrecer.

La síntesis visual de estos cuadros, en cuya unidad cromática y compositiva hallamos la riqueza de sus múltiples matices, demuestra no sólo que lo bello natural es superado en este caso por lo bello artístico, sino también que hay otras formas de aproximarse a las cosas del exterior, dejando fluir el interior, dejando que el sentimiento aflore a través del lenguaje siempre imprevisible de la pintura."

Amalia García Rubí
EL PUNTO DE LAS ARTES
Septiembre 2001

En esta espléndida exposición de Victoria Mandly se puede apreciar la simbiosis entre el trazo gestual y el rigor del orden geométrico en unos cuadros de una contenida sobriedad cromática. Sus obras abstractas presentan ordenaciones del plano del cuadro en las que el color vibra con la inquietud pretendiendo poner en evidencia el procedimiento pictórico afianzando la emoción de lo vivido por encima de lo razonado.

Con una sorprendente economía formal, Victoria Mandly (Málaga, 1944), realiza unos cuadros limpios, contundentes y con buena factura, dentro de una abstracción posminimalista. En sus obras, Victoria retoma algunos temas plásticos que han sido centrales en la evolución de la pintura como la objetualización de la misma, su capacidad de ser inexprexionista, la sugestión del espacio tridimensional.

Su obra presenta espacios abstractos, muy trabajados, tejidos por grandes pinceladas de colores translúcidos y luminosos que generan una trama compleja de gestos y símbolos que terminan por desbordar insinuando la multiplicación del espacio.

Son cuadros que han necesitado, en cualquier caso, de unos largos períodos de reflexión y de una ejecución imperiosa, dictada por la sensibilidad. Se trata, por tanto, de una pintura aparentemente sincrética y, sin embargo, tiene la virtud de resultar a la postre muy personal y ambiciosa.

Eduardo Arboleda
arteycreatividad.com
Septiembre 2000

Victoria Mandly empieza por dominar el dibujo, base de todas las arquitecturas plásticas. Su obra, por tanto, está sólidamente construida, y sobre el armazón firme de su diseño apretado, las sugestiones del color y de los contrastes lumínicos alcanzan precisas expresiones. A mi juicio, la imagen que se llevarán los espectadores de esta exposición, patrocinada por el Area de Cultura de la Diputación Provincial de Córdoba, no es un recuerdo de este o aquel cuadro sino una profunda "sensación" frente a algo que es total pintura poética, en la que la realidad, la imaginación, el orden, el intelecto y la técnica son elementos imprescindibles que la artista los maneja a su antojo, arrancándoles todas las posibilidades que tienen. Dentro de un clima de subyugante serenidad, los elementos de cada paisaje -arboledas, lagos, caminos bucólicos, surtidores- se estructuran armónicamente en planos de realidad e irrealidad, concertados con ajustado rigor. Y es que María Victoria cuida del equilibrio como si se tratara de acordes musicales.

Francisco Zueras
Asociación Internacional de Críticos de Arte

Si el paisajismo de corte romántico tiene en nuestros días nombre propio en Málaga, sin duda hay que darle papel protagonista a la pintora Victoria Mandly, experta por larga dedicación al tema y por la técnica de que se sirve para alcanzar sus conocidos resultados. Es la suya una forma de ver el paisaje, pero también de traducción espiritual del mismo, que al fin y al cabo lo que todo pintor paisajístico debe lograr.

Julián Sesmero
Crítico de Arte
Diario SUR

...Es la suya pintura de equilibrio, ritmo en la creación, que, de trabajar con la palabra, produciría poesía, de acudir a los sonidos, respondería con esa música que cita Zueras ... Una nueva ocasión de ver la obra de una artista, fiel a sus colores, a sus paisajes, incluso a sus sueños.

José Mayorga
Crítico de Arte
Diario SUR

Victoria Mandly pintora malagueña de impulso vocacional, de entrega apasionada a la pintura. Paisajista por oficio y delicadeza, sus cuadros son como un canto a la Naturaleza, al paisaje sereno, limpio, cargado de emoción y envuelto en atmósfera.

Rafael Cortés
Crítico de Arte
Diario SUR

Sobre su obra han escrito: Manuel Alcántara (presentación del catálogo de la exposición de 1986), María Victoria Atencia (presentación del catálogo de 1992), José Luis Navas Carrasco (1990, Director de Radio Nacional) y los periodistas Julián Sesmero, Andrés García Maldonado, José Mayorga (Diario Sur, diciembre 1988 ), Rafael Cortés, Francisco Zueras (Asociación Internacional de Críticos de Arte), Rafael Inglada, Antonio S. Urbaneja y Vicente Almenara en monográficas de la Galería Benedito, Marta González (entrevista "Cara a Cara" en PTV Málaga en Marzo de 2001), José Mª Ruiz Povedano (Presentación Exposición 2001 Sociedad Económica), Luis Ordóñez (entrevista "ACTUAL" en Canal Costa del Sol en Septiembre de 2001), Eduardo Arboleda, Amalia García Rubí, Mario Antolín Paz (Presidente de la Asociación de Críticos de Arte de Madrid), Inmaculada España Cordero (Licenciada en Historia del Arte) y Mario Virgilio Montañez, escritor y periodista (Diario Sur, "Vivir la Cultura", septiembre 2005, septiembre 2006 y octubre 2007).